Escrito por César Farías, Coach Senior Asersentido
Por definición, consagrar es un verbo que se encuentra muy relacionado a la vida religiosa y con limitado uso en la vida mundana. Sin embargo, hace pocos días asistí a una clase en la que el profesor invitó a una persona, quién nos habló, y escuché de él una pregunta que me dejó impactado, como si un golpe hubiera topado con mi cuerpo, especialmente en mi pecho.
La pregunta fue sencilla y simple: ¿A qué estás dispuesto a consagrarte en la vida? Y al instante aparecieron en mí, mil preguntas más…algunas de ellas fueron:
- ¿Qué es consagrar para mí?
- ¿Hay algo o alguien por quien esté dispuesto a consagrarme?
- ¿Qué es aquello que verdaderamente quiero cuidar?
- ¿A qué realmente me quiero dedicar?
Me di cuenta de regreso a casa que este hombre, que nos habló sólo 10 minutos en la clase, tocó una fibra muy sensible, que me viene descubriendo a mí más que descubriéndola yo a ella: el carácter sagrado de la vida.
En el mundo del coaching ontológico estamos muy prestos (y entrenados además) a ver las acciones y los resultados, e incluso a ver nuestros modos de ser y los aprendizajes que requerimos (tanto técnicos como personales). Me pregunté si la palabra consagrar podía aplicar también en este territorio y me di cuenta que para mí establecía una brutal diferencia:
- ¿Estoy dispuesto a consagrarme a mi coachee?
- ¿Estoy escuchando de una forma consagrada?
- ¿Estoy dispuesto a vivir cada conversación de coaching como algo sagrado?
Si buscas en el diccionario, verás que la palabra consagrar es hacer sagrado a algo o a alguien y también es dedicarse con ahínco, entusiasmo y plena pasión a un fin determinado. Me viene a la mente la imagen de una madre dando de lactar a su hijo/a, y también la imagen de un niño/a que está jugando: no tengo ninguna duda que el momento de dar de lactar (tanto para la mamá como para el hijo/a) así como el momento de jugar para el niño/a, son sagrados.
Más allá de si eres coach o no, más allá de si tienes conocimiento de ontología o no, creo que como ser humano te enfrentarás tarde o temprano a este gran dilema:
- ¿Estoy haciendo realmente lo que quiero hacer?
- ¿Estoy siendo verdaderamente lo que quiero ser?
Y más allá de lo que quieres hacer y quieres ser:
- ¿Ves tu propia vida como algo sagrado?
- ¿Estás pudiendo vivirla de un modo con-sagrado?
Te dejo con estas reflexiones, que son mías también, y espero que te sean útiles como lo están siendo para mí.