“Respirar y Emocionar” Por Viviana Steiner, Actriz y Coach Ontológico Integral con Postítulo en Competencias Avanzadas en Asersentido.
Hace muchos años me encontré un fin de semana en la casa de Susan Bloch, aprendiendo una técnica de entrenamiento emocional, nuevo para mí. Yo era una actriz recién egresada de la universidad y me encaminaba hacia el mundo de la dirección teatral.
Se abrían frente a mis ojos, nuevas posibilidades de acompañar en el periplo emocional que significa para los actores adentrarse en un personaje y su mundo: “respirar y emocionar”
¿Qué permitía Alba Emoting a los actores? Convertirse en “atletas emocionales”.
Tener la maestría de pasear hábilmente por las emociones encarnadas en escena. Junto con poder vaciarse de emociones propias instaladas en el cuerpo antes de entrar al escenario y, al terminar la función, poder partir a sus casas despojados del mundo emocional de los personajes, en cuyos cuerpos habían recién habitado.
Durante toda mi carrera teatral, Alba Emoting fue uno de los puntales de trabajo sobre los que basé mi diálogo con actores y alumnos.
25 años después; cuando decidí convertirme en Coach Ontológico; me encontré con el mismo modelo, pero esta vez utilizado al servicio de acompañar a otros en sus procesos de aprendizaje, desde una perspectiva en la que cuerpo, emoción y lenguaje conforman una unión indisoluble del Ser que somos.
Rápidamente algunas preguntas se asomaron ante mi, con ojos abiertos de asombro y curiosidad. ¿De qué manera podía traducir este modelo – inicialmente creado para el trabajo actoral – en el coaching? ¿Será posible acompañar a los coachees (o clientes) a adquirir plasticidad emocional en el plazo que dura un proceso?
¿Seremos nosotros, los coaches, quienes debemos convertirnos en “atletas emocionales” para observar el cuerpo del otro y acompañarlo a develar y reconocer las emociones en las que probablemente no ha reparado?
¿O en realidad, lo que tenemos que hacer es leer su corporalidad y delicadamente acompañarlo a sostener una respiración y un cuerpo que le permita la inmersión en el universo emocional que habita en ese momento?
¿De qué me sirve Alba Emoting como coach?
El estudio de las emociones ha sido abordado desde distintos ángulos. La mayoría desde lo lingüístico, ignorando muchas veces algo fundamental para Alba Emoting: el enfoque holístico y la unión, nuevamente indisoluble, de los niveles fisiológicos, expresivos y subjetivos de la persona.
El despertar de cada una de las emociones básicas, descritas por Susan Bloch, va acompañada de la interdependencia, entre un ritmo específico de respiración; una actitud expresiva particular (tanto facial como postural) y una experiencia subjetiva, única para cada persona.
Esta experiencia subjetiva tiene que ver con los niveles de intensidad personal con que se vive una emoción y las imágenes que trae con ella.
Esas imágenes son particulares, individuales y muchas veces intransmisibles de una persona a otra. Casi como las imágenes de un sueño.
Un coaching que se vuelve inerte.
No tomar en consideración estos tres aspectos inseparables, junto con la plasticidad emocional, pueden inducirnos a forzar en el coachee una experiencia que desemboca finalmente en máscaras artificiales desconectadas de la emoción real.
Entonces, volviendo a esas preguntas asombradas y curiosas que se asomaron ante mí, ¿Cómo juntar Alba Emoting y Coaching? ¿De qué manera el método nos impacta como coaches? ¿De qué manera no espantar la emoción con preguntas demasiado lingüísticas?
El secreto no es intervenir de frente al coachee sino acompañarlo a devolver la mirada hacia su cuerpo y el mundo interno que viene con él.
“Respirar y Emocionar”
Tal vez el secreto esté en convertir el modelo en preguntas. ¿Cómo estás respirando ahora? ¿Cómo sientes que está tu cuerpo? ¿Qué imágenes te acompañan? ¿Cómo podría llamarse lo que sientes ahora? Y guardar silencio.
Ese silencio que permite zambullirse en la emoción. Tomar la hebra que nos invita a su mundo, acompañar a nuestr@s coachees en sus laberintos emocionales y, al igual que Ariadna, permitirles nombrar y anclar, para regresar de ese viaje al universo emocional con nuevas posibilidades de ser y actuar en el mundo.