Para muchos de nosotros comenzar un nuevo año es una oportunidad de reiniciar. Renovarnos de esperanzas, evaluar hacia dónde queremos dirigirnos y nuevamente retomar las riendas de nuestros propósitos más profundos. Lograr que este sea tu año.
Así, llenos de optimismo e ilusión nos fijamos metas que mejorarán nuestras vidas y harán que este año sí sea nuestro año de felicidad. Pero… ¿Sabías que mientras más larga sea tu lista de propósitos de año nuevo, más probabilidades tienes de fallar?
Estudios de neurociencia revelan que en el cerebro hay un área que se asocia a la fuerza de voluntad; el que rinde mas y mejor cuando el número de propósitos es menor.
Si la corteza prefrontal está estresada es menos capaz de tomar buenas decisiones, por lo tanto, es más probable que tengas éxito si te enfocas en 1 propósito de año nuevo que si te propones 10 metas.
¿Cómo elegir ese propósito?
Si quieres lograr mejoras en aspectos de tu vida tan distintos como salud, relaciones, dinero, realización personal y profesional, nuestra propuesta es simple:
La única resolución de año nuevo que necesitas tomar es comprometerte con tu bienestar.
Cuando hacemos una la lista de propositos para año nuevo, perdemos de vista el objetivo final.
Hay que tener en cuenta el para qué, y te puedo asegurar que directa o indirectamente, todos derivan hacia el mismo norte: BIENESTAR.
¿Cómo comprometerte con tu bienestar?
1.- Identifica tu principal necesidad:
¿En qué aspecto de tu vida necesitas incrementar hoy tu bienestar?
Si tu objetivo es desarrollarte integralmente. Identifica el aspecto que más requiere de tu atención. Eso te permitirá encauzar esfuerzos y energías hacia esa situación, marcando el mapa de ruta de tus próximos meses.
Sobre ese aspecto que detectes puedes desplegar acciones o determinaciones que apalanquen tu avance hacia el bienestar en ese ámbito.
2.- Priorízate e invierte en ti:
Invierte tiempo, dinero, recursos y energía en ti y tu bienestar. “Cuando las prioridades están claras, las decisiones se hacen más fáciles”. Muchas veces, ponemos una larga lista de prioridades antes que nuestras necesidades, y podemos caer en la trampa de postergación.
3.- Aprende formas de cultivar ese bienestar:
Para obtener resultados distintos necesitarás dejar de repetir lo conocido, por lo que adquirir habilidades para liderar tus desafíos personales es un aporte fundamental.
Considera que puedes adquirir aprendizajes técnicos y tradicionales; u otros no tradicionales.
Desarrollar tu gestión emocional, comunicacional, corporal, interpersonal u otros, entre los cuales puedes considerar el Coaching Ontológico Integral como una opción que integra todas ellas.
4.- Acompañado, llegarás más lejos:
Poder descifrar junto a otro tus puntos ciegos. Aprende nuevas habilidades y perspectivas de abordar una misma situación.
Mide tus progresos e incluso refuerza tu hábito de compromiso contigo. Las ganancias de vivir el proceso acompañado por un profesional, un psicólogo, terapeuta o Coach Ontológico Integral. Además de nutrir tu viaje hacia el bienestar, el acompañamiento profesional incrementa la efectividad del resultado que anhelas.
5.- Extiende este propósito para toda vida:
Si comienzas este año y sostienes este compromiso, significa que has conquistado el cimiento que respalde cualquier futuro propósito o meta personal.
Posees la experiencia de mantenerte consciente y disponible para ti, aún cuando en el camino puedas flaquear, soltar, retomar y volver una y otra vez.
Si lo piensas bien, el compromiso con tu bienestar es una resolución definitiva, que dará dividendos crecientes cada año.
Una lista de propósitos acotada y realista te ayudarán a aliviar tu carga. Y mirar aquello que necesitas mejorar, de una manera más compasiva y optimista contigo mismo.