
Una vez más llegó diciembre, y con él nuestro recuento de fin de año y balance de lo vivido, de lo que hemos o no hemos logrado durante el año, recordamos nuestros deseos declarados el pasado 31 de diciembre y podemos repasar nuestras vivencias, saboreando triunfos y sinsabores, recordando momentos de logro que podemos haber pasado por alto, o situaciones que aún necesitamos trabajar.
Con esta retrospectiva muchas veces llega el reproche, la autoexigencia y el sinsabor del “por qué todavía no puedo lograr esto”, perdiendo de vista esos avances (a veces pequeños pero realmente significativos) que dan cuenta de que estás progresando, siendo consciente y eligiendo crear la vida que quieres.
Y hablando de elecciones que crean, también al hacer este recuento puedes elegir la opción de reconocer, celebrar y agradecer(te) lo que SÍ ha sucedido, todos los hitos y “logros desbloqueados” que conquistaste en estos meses, y con ello conectar con la gratitud, la abundancia, alegría y entusiasmo, emociones que te nutren y ayudan a percibir los aspectos que aún necesitas seguir trabajando como oportunidades, más que como “pendientes” o “no logrados.
Herramienta para reflexionar sobre el año que acaba
Wayne Dyer, psicólogo experto en desarrollo personal, decía: «Si cambias la forma en que miras
las cosas, las cosas que miras cambian», por lo que te quiero proponer una herramienta que te
invita a valorar lo logrado y detectar un mapa de posibilidades para el nuevo año, identificando
aprendizajes logrados, pendientes y clarificando tus prioridades.
Como a veces nos enfocamos sólo en un aspecto o dominio de nuestra vida donde las cosas no
fluyen como queremos, te propongo revisar uno por uno los ámbitos de existencia, mirando al
menos estos:
- Finanzas o dinero
- Desarrollo personal
- Desarrollo profesional
- Mi salud y autocuidado
- Familia y amigos
- Esparcimiento y ocio
- Pareja y sexo
- Vida espiritual
Por cada uno de ellos, anota lo siguiente:
- Hito(s) o evento(s) importantes:
- Me reconozco y felicito porque avancé en:
- Lo que no quiero seguir repitiendo:
- Para lograrlo, veo que necesito aprender:
- Para el año que viene quiero:
Como verás, el ejercicio te permite identificar en tu recuento de fin de año, lo que sí lograste, lo que aún no sucede y nombrar lo que necesitas aprender para que este nuevo ciclo sí lo logres, dando además una visión de deseo y
compromiso a alcanzar en el año que viene.
Más allá de tu propósito, para este año te deseo que puedas comprometerte con los aprendizaje
que identifiques, para desarrollar tu máximo potencial y habilidad para alcanzar la vida que
quieres vivir.