
Hemos visto como organizaciones que estaban en su zona de confort, haciendo las cosas de la misma manera, han sido estremecidas y sacudidas por los efectos de la pandemia.
Obligadas imperiosamente a generar ante esta encrucijada la pausa y revisión necesaria para adaptarse ante los cambios del entorno.
De un día para otro, todo se puso de cabeza. Las organizaciones no tuvieron más remedio que reinventarse para atender a toda esta complejidad en donde la única variable constante ha sido la incertidumbre.
En estos tiempos, algunos de los diálogos internos e inquietudes de los líderes organizacionales dicen recurrentemente: “No sé si voy a poder contar con mi equipo de siempre, ni siquiera sé si estarán en condiciones psicológicas y emocionales óptimas para hacer los cambios requeridos”.
“No sé si el mercado va a resistir estas innovaciones que estamos proponiendo”
“No sé si estos escenarios que hemos creado servirán para un mundo que está en constante cambio de aquello que era conocido”; y por si fuera poco, pues “No sé si yo estoy a la altura de este desafío y por momentos no sé qué hacer con mi agotamiento pandémico”. Si se dan cuenta, la constante en todas las frases es el “no sé”,que sin duda hace referencia a la volátil incertidumbre a la que los líderes se encuentran sometidos en estos tiempos.
En un escenario global sin certezas y que exige adaptarse a los nuevos y cambiantes escenarios, liderar hoy en día es una habilidad que está requiriendo desarrollar algunas competencias clave para sortear los desafíos:
- Capacidad para empatizar con colaboradores, dueños, jefes, pares, accionistas y proveedores, para así lograr los resultados de forma conjunta y en redes.
- Flexibilidad mental, emocional y física para hacer los giros de timón necesarios en la constante incertidumbre.
- Agilidad en la toma de decisiones, que requiere del líder poder unir rapidez con reflexión, para así lograr lo que se requiera en tiempo, forma y fondo.
- Capacidad para inspirar y movilizar a los equipos con sentido y propósito, hacia la viabilidad y transcendencia de la empresa.
Coaches Organizacionales cumplimos un rol fundamental en acompañar a los líderes en Pandemia
Desarrollar competencias, facilitar aprendizajes y el desarrollo que requieren para tomar decisiones efectivas e integrales para la organización en este inédito escenario.
Vale la pena considerar que para poder estar a la altura de las circunstancias, es de suma importancia que un Coach Organizacional acompañe ejerciendo:
- Como socio estratégico, es decir, comprendiendo el negocio, lo que necesitan lograr y lo que necesitan aprender a nivel personal y organizacional para lograrlo. Todo interconectado.
- Con multiplicidad de roles, es decir, como coaches, consultores, mentores y docentes, para aportar a las complejidades con mayores competencias.
- Con autonomía, para no convertirnos en tomadores de pedidos de una organización, sino más bien en aportadores creativos de ideas y soluciones.
- Con excelentes competencias como profesionales para verdaderamente aportar al aprendizaje de un líder y su organización. Para ello, es fundamental seguir estudiando y actualizándonos continuamente.
Estos tiempos están exigiéndonos competencias a toda prueba y como coaches, tenemos el privilegio de aportar nuestro granito de arena en avanzar hacia un mundo más humano y congruente, desde lo individual hacia lo sistémico.
¿Estás preparado para aceptar el desafío?